El mar y los niños.


El mar y los niños

Sobre el cielo de aquel mar rojizo
Yacían imperfectas carabelas de la nada
Carabelas del silencio
Palas que reman distancias
Y entre aquel mar y ese sueño
Disfrazados de señuelos
Los señores de la gloria
 Y los niños imperfectos dibujando puñaladas
Inquietando corazones
 acechando cucharadas de  maldición  imponente
A su sangre y carcajada
Dueños de fracasos malolientes
Y testigos de un infierno sin descanso
Cerca del sol y del espacio
Se cuecen sus amoratados labios
Una fabrica los revuelve de recuerdos
Y el cielo no se cansa de morir a cada paso.
Los niños se ofrecen a la lucha
Las palabras juegan
El puñal los envuelve de silencio
Y el mundo les dispara hasta morir.
Como mueren los sueños y los niños, sin
Destino ni morada.